No existe la izquierda (parte 2)

 

Por El Leviatán Político

Primera parte acá.

En un escalón más abajo en el infierno ideológico, nos encontramos con la definición descriptiva, más específica y rígida. Suele ser las más utilizada cotidianamente y las más reticente de desaparecer del inconsciente colectivo de una sociedad. Ésta nace cuando se aplican las nociones anteriores, la normativa y la general, en un periodo o momento histórico concreto y se identifican a dos bloques políticos concretos como tal. La catalogación es tan retenida por la mente de las personas que, en el punto más álgido del conflicto entre ambos, se convierte prácticamente en un sinónimo de la derecha e izquierda.

Casos de estos sobran en la historia, podríamos estar, literalmente, durante horas citando ejemplos. Vamos a remontarnos a un caso ejemplar, el cuál es la viva imagen de esto y su eco resuena hasta nuestros tiempos; la mismísima Revolución Francesa. En aquél evento histórico, los contrarios al absolutismo se dividían en dos; por un lado los girondinos y  por el otro los jacobinos. Aunque ambos se oponían al orden establecido, los primeros abogaban por la transformación del sistema haciendo cambios ligeros y progresivos hasta convertirlo en un análogo del británico, mientras los segundos buscaban la revolución para destruir todo lo imperante y construir desde cero un modelo republicano democrático como el estadounidense.   

La derecha de ese momento, los girondinos, se inspiraban, evidentemente, en la revolución gloriosa y la izquierda, los jacobinos, en la revolución de independencia norteamericana, pero con la influencia de sus intelectuales nacionales. Podemos apreciar, en este caso emblemático, un esclarecedor reflejo de lo dicho a lo largo de este texto (NOTA: Me refiero a esta parte y la anterior):

a) Las nociones de derecha e izquierda son dos modos de encarar el cambio de una visión metapolítica a otra. En la Revolución Francesa, tanto girondinos como jacobinos querían reemplazar al antiguo régimen por uno nuevo, el ilustrado.

b) La derecha apela por la transformación, por lo general gradual y a veces brusca, mientras la izquierda por la revolución desde un principio. Los girondinos buscaban pasar de la monarquía absoluta a la parlamentaria, mientras los jacobinos a una república parlamentaria.

c) La derecha tiende al realismo y la izquierda al idealismo. Mientras los girondinos se inspiraban en el empirismo naturalista de la escuela escocesa de la ilustración, los jacobinos se inspiraban en la francoilustración, de bases racionalistas y constructivistas.  Esto conduciría hasta el ridículo de querer reconstruir la sociedad desde cero, cómo cambiar el calendario a uno dónde la revolución marcaría el año 0. 

Y así como ocurrió con girondinos y jacobinos, pasó antes en Gran Bretaña con whigs y tories, que es dónde realmente surge el binomio y la revolución en Francia solo lo popularizó, mucho antes entre güelfos y gibelinos, entre otros momentos históricos. Ya ni hablemos de la que más marcó nuestra historia contemporánea, la del comunismo y capitalismo, que hasta el día de hoy decir “derecha” o “izquierda” sigue siendo, para muchos, sinónimo de la guerra fría.

La interna ilustrada.

El gran fenómeno metapolítico del siglo XVIII había sido la ilustración, cayendo la hegemonía del mismo en el liberalismo, ideología dominante ya para el siglo XIX. Solo el socialismo, dentro de las ideas ilustradas, le hacía mínimamente frente. Autoproclamados herederos del jacobinismo y viendo en los liberales un reflejo del girondismo, iniciaron una gran gesta en favor de la clase trabajadora, la cual quedó excluida de protagonizar las revoluciones anteriores. Así que, primeramente, vamos a analizar al socialismo, puntualmente, marxista.

El socialismo era en un inicio, sencillamente, una forma de liberalismo radical, negaba incluso la autoridad de la propiedad privada por sobre los individuos. Sin embargo, carecía de un cuerpo teórico que diera legitimidad a sus ideas y que, como todo movimiento ilustrado, para ellos era  fundamental. No es hasta la llegada de Karl Marx que este cuerpo teórico aparece, cuerpo teórico conocido, así sea superficialmente, por todos. Si bien el marco analítico y filosófico del marxismo es materialista y positivista, el socialismo marxista se caracterizó por lo contrario.

¿Recuerdan cuando les dije qué la izquierda tras conocer las leyes objetivas, cree poder usarlas en su favor y la derecha solo busca obedecerlas? Los marxistas creían haber descubierto las leyes de la historia; el capitalismo acabará por destruirse a sí mismo y dar lugar a un nuevo sistema de explotación. Hasta ahí, parece más ideas de derecha que de izquierda, pero ¿Qué giro tiene al final que los lleva al constructivismo e idealismo? Teniendo bajo su dominio a las leyes objetivas, en este caso de la historia, creían que podían usarlas a su favor y en lugar de dar nacimiento a un nuevo sistema de explotación, evitarlo y construir uno sin este mal. Esto se afirma en la creencia en que la verdadera historia empezaría tras la revolución; la historia del hombre dejaría de ser consecuencia de él siendo víctima de sus circunstancias, para ser el resultado de su voluntad.

En resumen:
La derecha e izquierda son una continuidad respecto a la otra, pero al revés de cómo lo imaginamos. Trazando una línea recta, vendría primero la derecha, con su búsqueda del cambio de manera más moderada, luego la izquierda con una búsqueda más radical. La línea en sí misma sería una metapolítica, la ilustración en este caso, en contraposición a la metapolítica establecida; el cristianismo. En la próxima parte hablaremos del romanticismo, la tercera posición y, al fin, de la inexistencia actual de la izquierda.