China mantiene una actitud ambivalente hacia Occidente desde que tuvo contacto con esa civilización. Por un lado mantiene un resentimiento nacido del siglo de las humillaciones, pero por otro lado buscó y busca adoptar lo mayor que pueda de los avances occidentales.
Los lideres políticos de ese país tuvieron también una actitud ambivalente. La occidentalización sin embargo, continuo como proceso en ese país. La moda, la arquitectura, la literatura, la tecnología, la política, el derecho, la música, el estilo de vida, la comida y otros elementos provenientes de Occidente se fueron difundiendo cada vez mas en China.
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Hubo pensadores chinos que abogaron por adoptar totalmente la cultura occidental. Esta corriente se llamo la "occidentalización total":
Chen Xujing , Hu Shih y otros creían que la invasión de finales de la dinastía Qing por parte de los grandes occidentales El poder se debió al atraso de la cultura monárquica china. Por lo tanto, abogan por aprender de las formas de pensar y comportarse de Occidente y abandonar por completo la cultura autoritaria de China.
Este impulso hacia la occidentalización se acelero en 1979, con la apertura económica de China.
Tal era la fuerza de esta corriente que en 1988 la televisión china trasmitió un documental pro occidental de 6 partes llamado "La Elegía del río":
La película afirma que la prohibición de las actividades marítimas impuesta por la dinastía Ming es comparable a la construcción de la Gran Muralla por parte del primer emperador de China, Ying Zheng . La civilización terrestre de China fue derrotada por civilizaciones marítimas respaldadas por las ciencias modernas , y se vio aún más desafiada por el problema de la vida y la muerte desde la segunda mitad del siglo XIX, marcada por la Guerra del Opio. Usando la analogía del río Amarillo , China fue retratada como una vez a la vanguardia de la civilización, pero posteriormente se secó debido al aislamiento y al conservadurismo. Más bien, el renacimiento de China debe provenir de los fluidos mares azules que representan las culturas abiertas y exploratorias de Occidente y Japón. Los autores también citan varias narrativas para argumentar, incluido el " despotismo oriental " y el " imperio hidráulico " de Karl August Wittfogel , el " eurocentrismo " de Hegel, así como el " declive de la civilización china y el resto de Civilización occidental " de Arnold J. Toynbee.
Luego con las protestas de Tiananmen esta corriente pro occidental fue marginalizada dentro los círculos de poder chinos. Ya con el ascenso de Xi Jinging la reivindicación de la cultura y las tradiciones chinas se solidificaron como la política oficial.
Pero a pesar de los mejores esfuerzos de todo el aparato civico-cultural del partido comunista chino la cultura occidental continua su avance.
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