Hace millones de años, nuestros antepasados probablemente eran tan peludos como los chimpancés y los gorilas. A lo largo de la evolución humana el pelaje se convirtió en una cubierta de minúsculos pelos corporales y algunos parches amplios sobre la cabeza, las axilas y la región inferior.
La razón por la que nos quedamos sin pelo todavía
no está determinada, pero se han propuesto una serie de explicaciones. Darwin
sugirió que se debía a la selección sexual, que nuestros antepasados
preferían parejas menos peludas. Otros han argumentado que la pérdida de pelo
ayudó a disuadir a los parásitos que viven en el cabello como los piojos algo
sobre lo que voy a volver después.
Pero la mayoría de los investigadores de la
actualidad postulan que la reducción del vello corporal tiene que ver con la
termorregulación, específicamente, con el mantenimiento de la frescura. El
argumento central es que durante alguna fase evolutiva después de que nuestros
antepasados se convirtieron en bípedos, caminaban o corrían regularmente en
hábitats abiertos y más secos. En tal contexto, el sobrecalentamiento era un
riesgo grave. Se favoreció la reducción del vello corporal y el aumento de las
glándulas sudoríparas porque esto permitió un enfriamiento evaporativo más
efectivo a través de la transpiración.
En otras palabras, expuestos a condiciones más
soleadas, aquellos que sudan mejor, caracterizados por menos pelo y más
glándulas sudoríparas, tenían más probabilidades de sobrevivir y reproducirse.
Se ha establecido que los humanos adultos
tienen entre 2 y 5 millones de folículos pilosos en todo el cuerpo, aunque hay
variaciones según la edad, el sexo y la parte del cuerpo. Pero excluyendo la
cabeza, el pubis y la axila, la mayoría son pelos vellosos, que son
extremadamente finos, apenas visibles y no conectados a las glándulas debajo de
la piel.
En 2018, la genetista evolutiva Yana Kamberov
y su equipo publicaron la primera comparación sistemática con otros primates. Al
analizar biopsias de piel de cadáveres bajo un microscopio, el equipo contó los
folículos pilosos en cinco regiones del cuerpo (frente, espalda, pecho,
antebrazo y muslo) de siete humanos, cuatro chimpancés y ocho monos macacos
rhesus. Aunque el tamaño de la muestra fue pequeño, los resultados mostraron
que los chimpancés y los humanos tienen aproximadamente la misma densidad de
folículos pilosos. Sin embargo, lo que brota de esos folículos es diferente. En
la mayoría de las regiones del cuerpo, los chimpancés tienen un pelaje grueso,
mientras que los humanos tienen un vello fino. Algunos son tan pequeños que
solo se pueden ver con un microscopio.
Esto indica que nuestra aparente desnudez no
fue el resultado de una disminución en el número total de folículos. Más bien,
fue un cambio del pelaje al cabello: el cabello disminuyó de tamaño al borde de
la invisibilidad.
El estudio también contó las glándulas
sudoríparas y aquí es donde los humanos se destacaron. Para las glándulas
ecrinas, la fuente de la transpiración acuosa, la densidad en los humanos era
aproximadamente 10 veces mayor que la de los chimpancés o macacos.
La mayoría de los investigadores están de
acuerdo con la premisa de que la pérdida de pelo y la ganancia de glándulas
ecrinas coevolucionaron para la termorregulación durante la evolución humana. Esto
tuvo que darse después de nuestro último antepasado común con los chimpancés y
antes de los orígenes del Homo sapiens. Así que eso lo reduce a algún momento
entre hace unos nueve millones y 300.000 años.
Bien, los investigadores propusieron al menos
dos fases evolutivas en las que un enfriamiento mejorado hubiera sido
particularmente ventajoso para los homínidos (humanos y nuestros ancestros
extintos después de separarnos de los chimpancés). La primera es cuando los
homínidos africanos comenzaron a caminar erguidos en hábitats más abiertos hace
entre cuatro y siete millones de años. Sin fuego, armas complejas o la
seguridad de una densa cubierta de árboles, estos bípedos, probablemente fueron
objetivos fáciles para los depredadores. Para minimizar los encuentros,
nuestros antepasados pueden haber buscado comida durante las horas más
calurosas del día, cuando la mayoría de los depredadores son lentos o están
durmiendo. Esta presión para estar activo en el calor ciertamente habría
favorecido la piel desnuda para una sudoración superior.
Alternativamente, la pérdida de pelo puede
haber ocurrido más tarde, cuando nuestros antepasados cambiaron de presa a
depredador. Hace alrededor de dos millones de años, homínidos como el Homo
erectus se convirtieron en cazadores, probablemente rastreando presas durante
largas horas en ambientes abiertos y calurosos. Esto es evidente en los huesos
de animales sacrificados, encontrados en los sitios de Homo erectus. Además, la
especie parece haber sido un atleta de resistencia mucho mejor que sus
predecesores debido a las características esqueléticas que indican una mayor capacidad
para correr y caminar,
El cabello es un muy buen conductor térmico y
ayuda a la transferencia de calor tanto dentro como fuera del cuerpo. Cuando se
observa la piel de gallina, los músculos pequeños (músculo arrector pili) se
contraen para levantar los pelos tanto para proporcionar aislamiento, al
reducir el enfriamiento por convección de aire de la piel, como en respuesta a
estímulos del sistema nervioso central. Este fenómeno también ocurre cuando se
acumula y almacena carga estática en el cabello.
Sin embargo, la queratina, que es una proteína, componente principal del pelo, puede dañarse fácilmente por el calor
y la sequedad excesivos, lo que sugiere que la exposición extrema al sol, tal
vez debido a la falta de ropa, resultaría en la destrucción perpetua del
cabello, lo que eventualmente resultaría en la multiplicación de genes a favor
de una alta pigmentación de la piel. También es cierto que los parásitos pueden
vivir sobre y en el cabello, por lo que las personas que preservaron su vello
corporal habrían requerido una mayor higiene general para prevenir enfermedades.
No hay un estudio exhaustivo sobre el bello
corporal a nivel mundial en distintas poblaciones, sino estudios parciales ya
desde el siglo 19.
En 1876, Oscar Peschel escribió que los
mongoles del norte de Asia, los nativos americanos, los malayos, los hotentotes
y los bosquimanos tienen poco o ningún vello corporal, mientras que los
semíticos, los indoeuropeos y los europeos del sur (especialmente los
portugueses y españoles) tienen un vello corporal extenso.
El antropólogo Joseph Deniker dijo en 1901 que
los pueblos más hirsutos o peludos son los ainus, los iraníes, los aborígenes
australianos, los dravidianos y los melanesios, mientras que los pueblos con
menos pelo corporal son los indios americanos, los san y los asiáticos
orientales, que incluyen chinos, mongoles y malayos. Deniker dijo que las
personas hirsutas tienden a tener barbas, pestañas y cejas más gruesas, pero
menos pelos en el cuero cabelludo.
C.H. Danforth y Mildred Trotter del
Departamento de Anatomía de la Universidad de Washington llevaron a cabo un
estudio con soldados del ejército de origen europeo en 1922 donde concluyeron
que los hombres blancos de cabello oscuro son generalmente más peludos que los
hombres blancos de cabello rubio.
H. Harris, que publicó en el British Journal
of Dermatology en 1947, escribió que los indios americanos tienen menos vello
corporal, los chinos y negros tienen poco vello corporal, los blancos tienen
más vello corporal que los negros y los ainu tienen la mayor cantidad de vello
corporal.
Valerie Anne Randall, del Departamento de
Ciencias Biomédicas de la Universidad de Bradford, dijo que en 1994 el
crecimiento de la barba en los hombres caucásicos aumenta hasta mediados de los
treinta debido a un retraso causado por los ciclos de crecimiento que cambian
del vello al cabello terminal. Randall dijo que los hombres y mujeres blancos
son más peludos que los hombres y mujeres japoneses, incluso con los mismos
niveles de andrógenos plasmáticos totales. Randall dice que la razón por la que algunas
personas son peludas y otras no lo son, no está clara, pero que probablemente
esté relacionada con la diferente sensibilidad de los folículos pilosos a la
5-alfa reductasas, que son enzimas involucradas en el metabolismo de esteroides.
Entonces volviendo a la pregunta inicial y
tomando en cuenta todo lo dicho podemos decir que el cabello corporal tiene 1
funciones principal, la de mantener el calor. Sin embargo, también tomando en
cuenta que en algunos ambientes son comunes los parásitos, entonces tenemos que
las áreas frías o donde haya un calor seco con noches frías serían los
ambientes en donde un abundante pelo corporal habría tenido una ventaja
evolutiva.
En áreas como el sudeste asiático, el Amazonas
y África central, la gente casi no tiene vello corporal. Esto podría ser porque
estas áreas al ser selvas húmedas tienen tanto temperaturas más estables y
calientes como también una abundancia de parásitos como piojos y pulgas. Alguien
peludo en la jungla sudaría mas, probablemente se deshidratará mucho más rápido
que alguien sin tanto pelo, además tener el pelo sudoroso en la selva también
atrae parásitos como piojos o pulgas, además de ser incómodo en general.
Por lo tanto, los procesos evolutivos habrían
equilibrado estos factores beneficiando la proliferación de personas con más
pelo corporal en algunas zonas y lo contrario en otras. }
A esto hay que sumarle el factor de la
selección sexual y el factor histórico. Este último siendo muy complejo, ya que
constaría de las migraciones antiguas y modernas y las conquistas que llevaron
a que determinados genes llevados por un grupo de un lado a otro predominen a
pesar de que no necesariamente tengan un sentido evolutivo biológico evidente
ayudado además por el factor tecnológico que permite una mejor higiene y la regulación
de la temperatura, por lo menos en los edificios, en cualquier lugar del mundo.
De esta forma podemos decir que al igual que
con muchos otros rasgos físicos humanos ser peludo o no hoy en día termina
siendo algo más relacionado a la estética que a otra cosa.
Fuentes:
https://www.semanticscholar.org/paper/Evolution-of-nakedness-in-Homo-sapiens-Rantala/b712958b9d32e8aade143b42a342d9295ac15f65?p2df
http://darwin-online.org.uk/content/frameset?itemID=F955&viewtype=text&pageseq=1
https://scholar.harvard.edu/files/dlieberman/files/2015a.pdf
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30502901/
https://es.wikipedia.org/wiki/Vello_androg%C3%A9nico
https://en.wikipedia.org/wiki/Body_hair#Development
https://es.wikipedia.org/wiki/Queratina
https://www.crigenetics.com/blog/do-you-get-your-hair-genes-from-mom-or-dad
https://medium.com/genome-link/how-is-hairiness-encoded-in-your-dna-31761f3ed5fb
La ciencia no es infalible lo que ayer se creia hoy se refuta
ResponderEliminarSí no hay un estudio extensivo son puras conjeturas
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